parte 1

Tengo ganas de escribir, lamentablemente no tengo signos de coherencia en mi mente, no tengo ni idea de lo que quiero escribir; son tantas cosas que cursan por mi mente en estos momentos, cosas tan lindas y agrias a la vez. Hace un par de meses escribí una "autobiografía" gracias a un querido profe que tengo (o tuve, ya a estas alturas) y fue una didáctica manera de conocerme y contarme cosas a mi misma. Me he dado cuenta de quién soy (no completamente, pero para allá vamos), de quienes me rodean y lo que quiero. Lamentablemente, muchas cosas quedan sólo en el interior, pensamientos, reconocimientos, e ideas vacuas que alteran muchas veces el tic tac del reloj.
Hace un rato pensaba sobre las cosas que han ocurrido. Estoy a dos días de salir completamente del colegio, un episodio de mi vida muy importante, ya que ocupa de manera transversal todos los espacios, o la gran mayoría. Miro a mis compañeros y muchas veces me pregunto si soy la que tendría que estar ahí, "disfrutando" de esas cosas, o soy yo la que tendría que haberme ido a principio de año. No es que siga dándole vueltas al asunto, pero a veces me siento maldecida, los patrones que sigo para actuar para la gran mayoría son indeseables, hasta crueles..y sí, lamentablemente me importan; sobretodo para quienes pasan conmigo la gran parte del día. Pero que se hará? ya nada, no queda tiempo, quizá nunca lo hubo o quizá no se hizo. Pero ya es un capítulo casi cerrado; muy bello por cierto.

Sentada,

en el fondo del patio, trato de pensar qué haré en el futuro, pero pierdo mi tiempo mirando las moscas, cuyo sonido es lo único que percibo, y saludo al pájaro que visita a diario y que enamora con su oscura melodía de infancia, asomando su pobre cabeza entre las ramas.